Cervantes, català

“Cada día me interesa menos sentenciar; a ser juez de las cosas, voy prefiriendo ser su amante”.

Saben aquel que diu que un tipo le dice a su amigo que cómo es posible que nadie sepa aún que El Quijote fue escrito en catalán. Su amigo le responde aparentemente contrariado que, joder, que por qué le pregunta eso, que él ya lo sabía porque así se lo enseñaron en la escuela y que es lógico, porque un día intentó leerlo en castellano y se llevó un gran susto al ver lo mal traducido que estaba. El primero sonríe sardónicamente y le apostilla que nadie ha prestado atención a las traducciones y que el pobre Cervantes fue víctima de la inquisición, la censura o algo por el estilo y que fíjate, al pobre, hasta le cambiaron el nombre, y que fue hecho a posta, que se llamaba en realidad Joan Miquel Servent. Su amigo para entonces está muy nervioso, siente con dolor la ruda afrenta de Alcalá de Henares, siente que la casa museo de Valladolid es un timo y que todo el mundo sabe que el “Coloquio de los perros” no se escribió jamás a orillas del Pisuerga. Es imposible que este lugar mesetario existiera aquella refinada cultura, y es un gran insulto, pues el galardón de las letras catalanas debiera ser llamado Cervantes.
Finalmente los dos amigos se abrazan y dibujan la singular sonrisa de la venganza: en todas las bibliotecas se leerá El Quijote en la lengua origen y se restituirá el legado perdido. Gracias a ellos todos los niños hoy sonríen con las aventuras de Quijano, singular caballero y el siempre-eterno Sancho Panza.

Gracias… por el desvarío, http://www.inh.cat/articles/Cervantes,-catala

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