El camino de mi destino contiene apartamentos
sin ventanas,
apartadas y gloriosas cárcavas con desfiladeros
dibujadas de cartulina,
hileras de hormigas que se masturban.
Y las banderas que hondean ufanos reinos de rey analfabeto
¡llega el tiempo…!, me gritan,
y la metamorfosis corrige mis muslos
los hace de sal y de piedra,
Diana atraviesa con su flecha mi corazón de cenizas:
Soy cazado y pasto del tiempo,
mis huesos arrojados
al olvido de los
Hombres.