Antonio Machado escribió:
Sobre el olivar,
se vio la lechuza
volar y volar.
Campo, campo, campo.
Entre los olivos,
los cortijos blancos.
Y la encina negra,
a medio camino
de Úbeda a Baeza.
Pues soy castellano y necesito un alto otero y sus infinitos horizontes. Y saber que del páramo nace un olor a tierra seca, a ventiscal. Del paseo solitario y de la reflexión para arrancarse un primer instante de sabiduría. Y en soledad, muchas veces. Porque el conocimiento está por ahí fuera, pero la sabiduría debe nacerte de las entrañas… debes parirla. Te pueden contar muchas cosas, pero tu última y mayor libertad la eliges tú, es tuya, para tí. Tu tesoro.
Este es mi lugar, es mi otero, que va del oficio de reflexionar, del rumiar, de escribir, de comprender. Un poco también de vivir y por supuesto de crear. A modo de editorial personal, donde selecciono aquello que me da valor y me hace crecer. Y creo en la narración como herramienta para expresar lo inasible. Para rascar la realidad. Por eso este otero es crisol de mil historias que espero os apasionen como lo hacen a mí. Vivo arrojado al mundo del mercado y debo trabajar vendiendo, conciliando números, emprendiendo… ¡Pero dejadme este rinconcito digital para reposar mi camino!¡Dejad a la lechuza que busque su centro, su corazón, su otero!
Cae la noche y en la oscuridad escuchad su voz, os habla.